En Enero repasé las predicciones climáticas para la próxima década. Ahora toca algo si cabe más difícil: intentar adivinar lo que va a pasar con el clima en los próximos 3-4 años. Estamos ahora sufriendo una Niña que parece que va tocando a su fin. Simultáneamente, el sol está entrando en una época de mayor actividad a medida que avanza el ciclo solar 24, en el que nos encontramos.
Muchos científicos creen que son las oscilaciones oceánicas las que determinan el clima global, en especial las que se producen en el océano Pacífico, como la ENSO (El Niño Southern Oscillation) y la PDO (Pacific Decadal Oscillation). Incluso algunos piensan que es la ENSO (el Niño-la Niña) la que gobierna todas las demás, como Bob Tisdale, que afirma que hasta la oscilación multidecadal del Atlántico (AMO) es una respuesta exagerada a la fase multidecadal dominante de la ENSO.
La ENSO se presenta en tres estados posibles: en el primero, el Niño, las aguas superficiales del Pacífico tropical se calientan anormalmente de 1 a 2ºC por encima de la temperatura media durante al menos 6 meses. Este sería el estado cálido, con efectos locales de inundaciones en Perú y sequía en el sureste asiático entre otros.
La Niña sería el estado frío, con descensos de la temperatura superficial media del agua de 1 a 2 ºC también durante varios meses consecutivos. Esto tiene consecuencias climáticas opuestas (frío y seco en Perú y humedad y más calor en el Sureste asiático y Este de Australia entre otros muchos efectos)
Hay un tercer estado, ENSO neutral, en donde no hay grandes diferencias (por debajo de 0,4 ºC) en torno a la media de temperatura superficial marina.
Pero la cosa es más compleja de lo que parece, porque, según Tisdale, la Niña no es exactamente lo opuesto al Niño, puesto que el calor que éste genera no desaparece, sino que se traslada hacia el Este del océano Indico y este del Pacífico y también hacia aguas profundas, con lo que permanece más tiempo de lo que se cree. En realidad el Niño lo que hace es descargar y distribuir el calor acumulado durante la Niña anterior, que es la fase de recarga de energía solar. La recarga se produce durante la Niña porque en esta fase los cielos están más despejados de nubes.
Es importante observar que la luz visible puede penetrar más de 100 metros en el interior del mar, sin embargo, los infrarrojos no penetran más allá de unos pocos centímetros, así que es la luz visible y no los infrarrojos la que calienta los océanos.
El sistema funcionaría así:
Durante la Niña, al estar la atmósfera más despejada, la luz visible puede calentar más eficazmente el océano y acumula calor.
Durante el Niño, el calor se distribuye y se propaga por Australia e Indonesia. La Niña siguiente lo traslada al Indico, al Pacífico Este y de allí hacia los polos por las corrientes oceánicas.
Según Bob Tisdale, los efectos de un Niño grande, pueden perdurar al menos 4 años, causando incrementos graduales de temperatura global que erróneamente se atribuyen a influencias antropogénicas. La subida de temperatura global ocurrida en las últimas décadas podría ser explicada, en un 73%, por estos ciclos oceánicos. El 27% restante queda inexplicado, pero podría perfectamente ser atribuido a sesgos de medición por efectos como el de Isla de calor urbano.
Si Tisdale tiene razón, y dado que el último Niño de 2010 fue bastante grande, podemos esperar que el clima se mantenga relativamente cálido otros 2-3 años más, siempre y cuando no se produzcan grandes erupciones volcánicas (que no serían de extrañar tampoco, dado que hace ya 20 años que se produjo la última gran erupción, la del Pinatubo en 1991)
¿Y qué hay del ciclo solar?.
Los científicos solares siempre suponen un retraso de varios años en la influencia del sol, algunos hablan de hasta de hasta 6-9 años. Como la fase del mínimo solar se dio en 2008 y 2009, todavía estaríamos lejos de notar sus mayores efectos de enfriamiento, que se producirían después de 2014. Por otro lado, el índice Ap (gráfica de la imagen)de tormentas solares que alcanzan la Tierra, que según Landscheidt y otros es lo que de verdad determina el clima, sufrió un bajón en 2005 y ha permanecido bajo desde entonces. Si sumamos 6-9 años nos sale bajada de temperaturas entre 2011 y 2014.
Como tuvimos un Niño en 2010, la fecha más probable de bajada de temperatura sería 2014. Así que, hasta 2014, nos libramos del enfriamiento global...
O algo parecido. En cosas del clima, nunca se sabe.
Referencias en blog de Bob Tisdale:
http://bobtisdale.blogspot.com/2011/01/removing-effects-of-natural-variables.html
Referencias en NASA índice Ap:
http://www.swpc.noaa.gov/SolarCycle/
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Hola, Onio. Buen artículo. Pero entro además porque ha surgido, a lo tonto, una idea que te puede divertir. La concesión del Premio Ruiz de Elvira al que diga la mayor burrada alarmista.
ResponderEliminarEstamos improvisando, e invitando a que se sumen los blogs de la cuerda que quieran. Puedes verlo, de momento, en este enlace: Premio Ruiz de Elvira
Y en twiter en #premioruizdeelvira
Hay enlaces a Twitter y a unos Google Docs en el hilo citado.
Slds.
PM