sábado, 17 de septiembre de 2011
Gusanos gigantes del Ordovícico
A principios de septiembre asistí al congreso bienal de la Real Sociedad Española de Historia Natural, dedicado esta vez preferentemente a la geología. En la excursión post-congreso, investigadores del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) nos llevaron al Parque Nacional de Cabañeros, en la provincia de Ciudad Real, a ver los espectaculares fósiles de gusanos gigantes del Ordovícico. En la foto de arriba, el Dr Gutiérrez Marco aparece señalando el fósil.
En realidad, no se ven los gusanos, sino solo sus icnofósiles, es decir, las pistas que dejaron al excavar galerías en los sedimentos del fondo marino donde vivían.
Estas galerías estaban reforzadas internamente por mucus y otras sustancias que depositaba el gusano, y que servían para endurecer la cavidad para que no colapsara. Cuando murió el animal, se rellenaron de sedimentos y quedaron así preservadas hasta hoy en día. Las galerías tienen una media de 20 cm de diámetro y los gusanos se estima que tuvieron una longitud de entre 1 y 3 metros y un grosor de entre 15 y 20 cm. Se han encontrado huellas de gusanos aún más grandes pero en periodos más recientes como el pérmico y el Jurásico, así que estas huellas son las más antiguas de gusanos gigantes que se han encontrado a nivel mundial, ya que vivieron hace la friolera de 475 millones de años.
Los gusanos vivieron buenos y cálidos tiempos, con el CO2 atmosférico entre 4.400 y 7.000 partes por millón (hoy está en 390 solamente) y temperaturas que en algunos lugares eran de 40 y 50ºC, aunque estos gusanos no lo disfrutarían, puesto que el territorio que hoy es la Península Ibérica, estaba situado muy cerca del polo sur y completamente sumergido.
Los gusanos vivieron su época dorada principalmente porque los sedimentos que se depositaban en los mares procedentes de los continentes eran muy abundantes, ya que las tierras emergidas no tenían aún vida vegetal.
En esas condiciones, la tierra desnuda se erosionaba muy rápidamente lo que producía que las plataformas continentales fueran extensísimas. Es decir, los sedimentos que llegaban al mar, se acumulaban cerca de la costa, formando mares de poco fondo que llegaban a tener miles de kilómetros de distancia desde el continente hasta el borde de la plataforma, donde empezaba ya el océano profundo, por unas pocas docenas de km en el mejor de los casos hoy en día.
Pero todo lo bueno se termina acabando y llegó el frío, en forma de una profunda glaciación, que irrumpió hacia finales del Ordovícico (hace 447 millones de años) extinguiendo a estos animales, junto con muchas otras especies.
Es en épocas cálidas cuando prospera la vida, incluso en los mares polares, y es la vida la que, de alguna manera, moldea la naturaleza en su beneficio: cuando aparecieron las plantas terrestres, moderaron la tasa de erosión del suelo pudiendo así prosperar más y mejor en el nuevo medio que habían conquistado.
Aquí la nota de prensa cuando se descubrieron los fósiles
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario