jueves, 25 de agosto de 2011

La amenaza de la malaria en España


Una amenaza común en los reportajes alarmistas sobre el cambio climático es la expansión de la malaria a los países europeos desde sus áreas endémicas africanas. Dado que la malaria o paludismo es la enfermedad parasitaria que más muertos causa en la actualidad a nivel mundial, es una amenaza nada desdeñable que te mete rápidamente el miedo en el cuerpo.
Sin embargo, la malaria es una enfermedad que no se circunscribe solamente a los países tropicales, y en el pasado existía malaria endémica en regiones frías, incluso en ciudades cercanas al círculo polar ártico.
En España, la malaria o paludismo, como también se la conoce, fue una enfermedad endémica hasta los años 60 del siglo pasado, concretamente el último caso originado dentro del país ocurrió en 1961.
Sobre este tema, acaba de salir un estudio (Bueno Marí, 2011) en el Boletín de la Asociación Española de Entomología sobre mosquitos anofeles (imagen de arriba) en la Comunidad Valenciana (España), los vectores que transmiten el Plasmodium, el protozoo parásito responsable del paludismo(imagen de abajo).


En este estudio el autor indica que, hacia 1930, se produjeron tres acontecimientos que terminaron siendo determinantes para la erradicación de la malaria en España:
1º) la creación de dispensarios antipalúdicos
2º) el apoyo económico y científico por parte de la OMS (Organización Mundial de la Salud)
3º) el creciente asesoramiento técnico por parte de excelentes entomólogos
Es decir, la malaria se erradica en España durante el siglo XX no por una bajada de temperaturas, ya que de hecho subieron, sino por la mejora de las condiciones sanitarias de la población y por un mejor conocimiento de la biología de los mosquitos transmisores, lo que permitió la lucha activa contra ellos y la disminución de sus poblaciones, aunque nunca se llegó a erradicarlos.
Para el caso concreto de la Comunidad Valenciana, el autor encuentra hasta 9 especies de mosquitos del género Anopheles que podrían ser vectores del paludismo, aunque no todos con la misma eficacia, siendo más peligrosas las especies que viven cerca de asentamientos urbanos, como la especie Anopehles algeriensis, que se ha encontrado a un kilómetro escaso de la ciudad de Alicante. Curiosamente, en la zona de cultivo de arroz de los alrededores de la Albufera de Valencia, un lugar muy próximo a la ciudad de Valencia que fue una peligrosa zona palúdica hasta mediados del siglo XX, el autor constata que actualmente no hay tanto peligro debido a la elevada concentración de nitratos, herbicidas, fungicidas e insecticidas que hacen imposible la vida de las larvas de los mosquitos del género Anopheles, no así la de otros mosquitos, como los del género Culex, mejor adaptados a esas condiciones y abundantes en la zona pero que no son vectores del paludismo. Es decir, lo que nos salva a los valencianos del retorno del paludismo no es el clima sino los pesticidas.
Si bien es cierto que, en el estudio citado el autor rinde pleitesía al pensamiento dominante, y afirma que el cambio climático puede crear escenarios favorables para el desarrollo del vector (haciéndose eco de un estudio de Martens et al. de 1999), no lo es menos que todo en su trabajo corrobora que, como en el pasado, siguen existiendo actualmente en España los mosquitos y las condiciones climáticas adecuadas para el desarrollo de la enfermedad, y que si no se desarrolla y extiende, a pesar de la constante llegada de emigrantes y turistas infectados procedentes de países con malaria endémica (se cifran entre 300 y 400 casos anuales), es por la vigilancia sanitaria y el aislamiento de los enfermos. De hecho, ya se ha confirmado un caso en Huesca de transmisión autóctona, es decir, una persona que se infectó en España sin haber viajado al extranjero. Es un caso aislado, pero podrían aparecer otros, de ahí la importancia del mantenimiento de los excelentes niveles que actualmente ha alcanzado la sanidad española.

Conclusión: La malaria fue endémica en España en el pasado y sigue siendo una amenaza latente que, efectivamente, podría materializarse de nuevo en el futuro, pero no por el cambio climático, sino por una disminución de los niveles sanitarios debido a la crisis económica o por cualquier otra razón.

Referencias:
Bueno Marí, R. (2011) El anofelismo en la Comunidad Valenciana: un ejemplo de estudio del potencial malariogénico de España (Diptera, Culicidae). Boletín de la Asociación Española de Entomología, 35 (1-2): 47-83.

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