sábado, 5 de noviembre de 2011

Los orangutanes y los tigres en peligro por los biocombustibles


Leo en WUWT ( ver aquí) que según un estudio de la Universidad de Leicester, los cultivos de aceite de palma para fabricar Biodiésel emiten mucho más CO2 a la atmósfera de lo que se creía, hasta un 60% más que el CO2 que emitimos usando petróleo, lo que representa un serio revés para las políticas de fomento de estos combustibles basadas en el miedo al efecto invernadero del CO2, políticas que aplican la Unión Europea y otros países desarrollados haciendo creer a la población que esos productos son más “ecológicos” y con menos emisiones de CO2 que el petróleo y sus derivados.
Por si esto fuera poco, el incremento del área cultivada para estos fines se produce a base de cargarse la selva tropical en países como Indonesia, lo que produce una tremenda pérdida de biodiversidad y amenaza la existencia de especies en peligro de extinción como los orangutanes y el tigre de Sumatra
El aumento en la producción de CO2 está asociado a la descomposición de materia orgánica en las turberas que se emplean para estos cultivos: los microorganismos degradan la materia orgánica produciendo CO2 que se escapa a la atmósfera.
Conclusión:
Durante años nos han intentado vender el pretendido peligro del aumento del CO2 en la atmósfera para colarnos sus maravillosas y ecológicas soluciones al realmente inexistente problema, en forma de energías “limpias”, entendiendo como limpias aquellas que no emiten CO2 o que emiten menos que los combustibles fósiles. Ahora resulta que es peor el remedio que la enfermedad: esas energías no son tan “limpias” después de todo. En realidad sí lo son, puesto que el aumento del CO2 es beneficioso para la vida vegetal. Pero lo que no son en modo alguno, debido la destrucción de las selvas tropicales que implican, es “ecológicas”.

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