miércoles, 20 de abril de 2011

El CO2 como fertilizante


En la escuela nos enseñan a todos que las plantas necesitan para vivir agua, CO2, sales minerales y energía solar, así que, en principio, deberíamos saber que el CO2 no es un contaminante sino todo lo contrario, un fertilizante de las plantas, una sustancia sin la cual moriríamos todos, y con todos me refiero a todos los seres vivos que necesitan materia orgánica ya elaborada, como los animales y los hongos, o que la fabrican a partir de él, como las plantas.
Por eso un aumento de la minúscula cantidad de CO2 que existe ahora en la atmósfera debería ser una buena noticia, y más sabiéndose ya desde hace tiempo que las plantas funcionan mejor en una atmósfera enriquecida en CO2. Pero es tal la demonización que se ha hecho de este gas, que mucha gente ve con preocupación la subida de unas pocas partes por millón en la concentración atmosférica de CO2 que se nos anuncia para los próximos 50 ó 100 años.
El otro día me dijo uno de mis alumnos que su padre no se creía que el aumento de CO2 es bueno para las plantas. Hice una rápida búsqueda en Google y, entre otras muchas cosas, esto es lo que me salió:

1) Estudio del Instituto Federal de Investigaciones Agrarias, Forestales y Pesqueras Heinrich von Thünen de Braunschweig, Alemania.
(noticia aquí)Resumo: los investigadores alemanes aumentaron durante varios años la concentración de CO2 a los niveles que alcanzará en la atmósfera para 2050 en un campo experimental de cereales y otras plantas de cultivo. Resultado: las plantas produjeron entre 10 y 15% más de biomasa y emitieron entre 5 y 20% menos de agua a la atmósfera, además se elevó la humedad en el suelo. Además las plantas generaron en época de sequía 28% menos de biomasa, pérdida que se redujo a 11% en cuanto elevaron las dosis de dióxido de carbono.

2) Beneficios de enriquecer con CO2 el aire en invernaderos según la empresa Messer que comercializa CO2 (pinchar aquí) :
• Crecimiento más rápido
• Mejor calidad
• Menos enfermedades fúngicas
• Mayores rendimientos de plantones
• Crecimiento de raíces más rápido
• Aumento del florecimiento

3) Efectos de aumentar el CO2 según la Universidad de San José, Silicon Valley, California, EEUU. (referencia aquí)
Resumo: Millares de informes científicos realizados desde hace más de un siglo confirman que la concentración actual de CO2 en la atmósfera limita el crecimiento de las plantas. El resultado de aumentar el CO2 un 100% con respecto a la concentración actual es:
En plantas C3: Aumento del crecimiento en un 41%
En plantas C4: Aumento del crecimiento en un 22%
Hay que señalar que cerca del 95% de todas las plantas, incluyendo la mayoría de las cultivadas, son plantas C3.El Efecto del aumento de CO2 es incluso mayor en plantas que crecen bajo malas condiciones de iluminación.

4) Aumento del crecimiento en plantas de acuario según PMF Acuariofilia: (Enlace aquí)
Extracto: “ Cualquiera que haya visto el crecimiento explosivo de las plantas de acuario como consecuencia de la fertilización con dióxido de carbono (CO2) debe haberse convencido de la utilidad de este sistema. Ciertamente, hay miles de aficionados acuaristas que no dan a sus plantas ningún tipo de tratamiento especial y siguen teniendo una apariencia bastante buena. Sin embargo, el verdadero crecimiento exuberante, ese que se puede ver en las portadas de las revistas de acuariofilia y en las fotografías de "acuarios alemanes", solo se puede conseguir abonando con CO2”

5) Crecimiento más rápido de árboles y plantas por el aumento del CO2 en la atmósfera en el último siglo según un Estudio de la U. de Leeds publicado en Nature:
Extracto: “Resultado del aumento de CO2 atmosférico experimentado en el último siglo: Plantas y árboles crecen más rápido. Se ha comprobado que ello está sucediendo con diferentes tipos de flora, desde bosques tropicales a cultivos en la campiña inglesa. No obstante, el estudio se ha concentrado en las latitudes tropicales, por encontrarse ahí los grandes pulmones de la Tierra. Así, se ha comparado el crecimiento de 70.000 árboles en 10 países de África y con registros similares realizados en los años 60. De media, los árboles y plantas crecen un 13% más rápido y una hectárea de bosque es capaz de capturar 0,6 toneladas de dióxido de carbono más al año que hace 4 décadas” (noticia aquí)

6) Crecimiento incrementado de plantas agrícolas de invernadero según el portal agrícola Infoagro.com. (enlace aquí)
Extracto: “Estudios realizados demuestran que, en condiciones de luz y suministro de agua adecuados, un aporte de CO2 hasta llegar a las 1500 o 2000 PPM [la concentración atmosférica actual es 390 PPM] pueden incrementar el crecimiento hasta 6 veces en comparación con plantas que se encuentran a los niveles normales de CO2. Además de mejorar el rendimiento en peso y precocidad de los cultivos, en ocasiones se observa además una mejora de la calidad del producto obtenido”

7) Por último, como una imagen vale más que mil palabras, enlazo el vídeo del Dr Craig Idso, que trabaja en el Departamento de Agricultura de Estados Unidos:
Vídeo del Dr Idso
lo mismo en CO2 science:

Es una pequeña muestra de lo que no nos cuentan en los medios de desinformación masiva

domingo, 17 de abril de 2011

Refugiados climáticos y otras mentiras estadísticas



Alguien dijo una vez que hay mentiras, grandes mentiras y estadísticas. Yo estoy de acuerdo, pero solo parcialmente. Me explico: la estadística es una simplificación, una reducción de los datos para hacerlos más comprensibles al cerebro humano, no los datos mismos. Es decir, la estadística en realidad es un cuento, un relato de la realidad, matemático si se quiere, pero no la realidad misma.
Mucha gente entiende la estadística como el típico chiste de los pollos: tenemos dos pollos y dos personas, una de ellas se come los dos pollos pero la estadística dice que de media se ha comido un pollo cada persona. Por tanto, esa gente piensa que la estadística no explica en absoluto la realidad y que todo lo que nos dice es mentira.
En ejemplos sencillos como el del chiste, con muy pocos datos y números bajos, no es necesario reducir ni simplificar nada, los números hablan por sí mismos y el cerebro humano lo entiende fácilmente. El problema viene cuando los números son altos, las alternativas muchas y la complejidad grande. No estamos adaptados a lidiar con millones de datos, hay que simplificar y aquí es cuando entra la estadística. Es decir, la estadística es una herramienta que hemos inventado para intentar comprender mejor la complejísima realidad que nos rodea. Con esa herramienta simplificamos la realidad y reducimos los grandes números a otros pequeños y más comprensibles, o elaboramos gráficos para visualizar mejor los datos.
Las llaves inglesas, las tenazas, los martillos, las sierras, los cuchillos son herramientas, sí, pero también pueden ser utilizadas como armas. La estadística también. Grupos de presión de todas clases y colores la utilizan continuamente contra otros grupos y para atraerse y camelar a la opinión pública. La climatología no podía ser una excepción, siendo como es, una ciencia ligada íntimamente a la estadística.
Por tanto, es verdad que la estadística puede servir para decir mentiras, pero también puede servirnos para comprender mejor la realidad siempre y cuando sea bien utilizada.
La gente, en general, desconoce en realidad la estadística, no sabe que hay estadísticos más allá de la media, como las medidas de dispersión, varianza y desviación típica, que nos informan de otras dimensiones de la distribución de frecuencias y que se podrían emplear para el chiste de los pollos, así que es fácil pasto del engaño. Y la gente que sabe algo, es igualmente engañada por gráficos parciales entrevistos unos segundos en el telediario, con escalas verticales realzadas y el comienzo y el final de las series escogidos cuidadosamente. Engañar a los más entendidos es algo más difícil, y hay que encargar estudios elaborados por científicos sin escrúpulos que utilizan datos seleccionados y filtrados para que digan lo que el poderoso de turno quiere que digan.
Hace unas semanas nos enteramos de una de estas trampas para entendidos: el célebre palo de hockey, afortunadamente ya casi totalmente desacreditado, sigue desvelando sus engaños. Nos revela Steve McIntyre en su blog que uno de los estudios componentes, el de Briffa -línea rosa y punteada en la imagen de abajo-, estaba amañado no sólo por el final, que fue cortado en el año 1960 para no desvelar la bajada de temperatura posterior, el famoso “hide the decline”, traducido “ocultar el declive”, que dice Michael Mann en uno de los correos del Climategate, sino también por el principio, que no era plano como convenientemente se nos había dicho, sino mucho más complejo, con subidas y bajadas del todo comparables a las posteriores en dimensiones e intensidad (la línea rosa del principio y el final es la corrección de McIntyre utilizando los datos reales, sin esconder ninguno), lo que contradice una vez más la “subida acelerada y sin precedentes” de la temperatura del último medio siglo “causada por el CO2 antropogénico” como propugnan los alarmistas.

En cuanto a los refugiados climáticos, es una de las trampas clásicas utilizadas profusamente por sectas apocalípticas de todo pelaje, que se dedican a anunciar el fin del mundo en fechas próximas y que, cuando llega el día fijado y no pasa nada, dicen que el cálculo era erróneo y que en realidad va a ocurrir 10 ó 20 años después, es decir, dan una patada hacia delante a la bola y siguen con el mismo cuento. Lo de los refugiados climáticos se le ocurrió a la ONU como parte de la campaña de amedrentamiento general ante el cambio climático.
Pero les ha salido mal.
En 2005 dijeron que el cambio climático iba a producir nada menos que entre 50 y 200 millones de refugiados climáticos, es decir, gente que tendría que escapar de sus países debido a la subida del nivel del mar, aumento de huracanes, sequías, inundaciones y demás desastres. Pero cometieron un error: pusieron una fecha demasiado cercana y además señalaron en un mapa, que colgaron de su web, los países con más riesgo, que eran, fundamentalmente, islas oceánicas del Pacífico y el Caribe y zonas costeras de Asia y América (ver mapa arriba).
Como antes se pilla a un cojo que a un mentiroso, Gavin Atkins, un periodista del Asian Correspondent (pinchar aquí)se ha dedicado a contar los censos de esas islas y de zonas continentales señaladas en el mapa como productoras de refugiados para 2010, y los ha comparado con los censos de 2005. ¿Qué ha encontrado? Pues que de refugiados nada de nada, es más, en estos últimos años se ha producido un aumento espectacular de la población en esas zonas.
¿Qué han hecho los responsables de la falacia? Lo de siempre, intentar esconder la prueba del engaño: retirada apresurada del mapa de su página web y dar una patada hacia adelante a la bola: ahora dicen que los 50 millones de refugiados climáticos se producirán en 2020. Menos mal que hay una herramienta en Google para recuperar páginas web retiradas...
El mapa con los datos originales (la imagen que encabeza esta entrada) incluyendo la predicción del 2010, se pueden ver en WUWT de donde yo lo he sacado (pinchar aquí)

viernes, 8 de abril de 2011

No es tan fácil medir la temperatura

Cuando me levanto y desayuno, antes de ir al trabajo, salgo a la terraza de mi piso y echo un vistazo al termómetro que tengo colgado en la pared. Es fácil. Con esta acción tan simple, me hago una idea de la temperatura que hace y qué abrigo debo ponerme. La sencillez de esta acción puede hacernos creer que es fácil llevar un registro histórico de temperaturas, dado que los termómetros llevan ya siglos con nosotros y que hay servicios meteorológicos dedicados profesionalmente a eso.
Nada más lejos de la realidad.
En primer lugar, no todos los países, incluso hoy en día, tienen servicios meteorológicos fiables, en especial los del tercer mundo, y no digamos hace 100 o 150 años. Tampoco los países occidentales han tenido históricamente estabilidad, recordemos las dos guerras mundiales del siglo XX.
Por otro lado, las estaciones de medida, con el paso del tiempo, han sufrido múltiples vicisitudes: cambios en la ubicación de las casetas meteorológicas, crecimiento de las ciudades con el consiguiente aumento del efecto isla de calor urbano, aumento del tráfico de aviones en los aeropuertos donde muchas de ellas están ubicadas, cambios en los usos del suelo alrededor de las estaciones situadas en áreas rurales, etc.
Hay que tener en cuenta también cambios en el instrumental y cambios incluso en la forma de medir, ya que en los registros antiguos se tomaban dos temperaturas diarias únicamente, la mínima y la máxima, hoy en día, en cambio, se realizan al menos 4 diarias.
En definitiva, si se quiere saber la temperatura media de nuestro planeta, hay que hacer ajustes en el registro.
Y, cuando se hacen ajustes, las posibilidades de error, pero también de manipulación y sesgo, son muy grandes. Dada la enorme politización que la cuestión climática ha alcanzado, no es extraño que ya no se crea nadie las gráficas que circulan por ahí con la temperatura global de los últimos 100 o 150 años.

Ahora parece que hay grupos interesados en averiguar la verdadera evolución de las temperaturas en las últimas décadas. Una muestra es este estudio de Mark Gibbas, del equipo Weather Source, en el estado de Utah (Estados Unidos) (click aquí). En él se ponen de manifiesto graves errores en los ajustes de gráficas de temperaturas en el USHCNv2 2009 ( U.S. Historical Climatology Network version 2) un trabajo de compilación y ajuste de temperaturas realizado por el NCDC (National Climatic Data Center) de Estados Unidos.
Y es que, cuando pensamos en estaciones meteorológicas, creemos que todas son como ésta:

pero en realidad a menudo son (o han sido) como ésta


Dado que los registros de temperaturas de Estados Unidos están considerados de los mejores del mundo, si no los mejores, da miedo considerar los errores y ajustes falsos que habrá en registros de otros países, la suma de todos ellos es lo que, a la postre, configura las gráficas de temperaturas globales que nos venden como precisas.

sábado, 2 de abril de 2011

La curva de Kuznets y la recesión en España

En España llevamos ya un par largo de años en recesión, para muestra un dato: se acumulan ya nueve meses seguidos de descensos en matriculaciones de vehículos. En Marzo 2011 cayó un 29,1 % con respecto al mismo mes del año pasado y la cosa no tiene pinta de mejorar.

Paralelamente a este descenso medio de compras de vehículos, se está produciendo una subida en las ventas en coches de lujo, con un aumento del 129% respecto a marzo del año pasado, consolidando una subida del 144,3% en los primeros tres meses del año. Se da además la circunstancia de que dos de las marcas más exclusivas de este segmento, Infiniti y Lexus (en la imagen), han vivido una subida en sus ventas del 72,5% y del 117,2%. Los vehículos deportivos y ejecutivos también aumentaron, con un 9,6 y un 9,2% respectivamente.


Es decir, los ricos se hacen cada vez más ricos o están aumentando en número (para el caso es lo mismo) mientras que hay más pobres o los que hay se hacen cada vez más pobres. En definitiva, están aumentando las desigualdades sociales.
En una entrada anterior vimos que existe una relación entre las desigualdades y el desarrollo de los países, la llamada curva Kuznets. Simón Kuznets demostró en 1971 que existe una relación en forma de U invertida entre el valor de las rentas y la desigualdad de éstas. Al principio la relación es directa: si aumenta el nivel de rentas en un país, las desigualdades entre ricos y pobres aumentan también. Lo que descubrió Kuznets es que, a partir de un cierto nivel de rentas, la relación se invierte, es decir, al seguir subiendo las rentas, las desigualdades entre ricos y pobres disminuyen cada vez más.

Pues bien, aquí estamos viendo la confirmación de que esta curva también funciona hacia atrás: si España estaba disminuyendo las diferencias entre ricos y pobres cuando rebasó el máximo de la curva y pasó a ser un país desarrollado que crecía cada vez más, ahora, con la recesión, asistimos a un desandar el camino: se están acentuando nuevamente las diferencias que se habían limado en la etapa anterior: los ricos se enriquecen cada vez más y los pobres son cada vez más pobres
En la anterior entrada vimos que también existe una curva medioambiental. Eso quiere decir que el medio ambiente también sufrirá las consecuencias del empobrecimiento, por lo que podemos esperar un deterioro medioambiental en los próximos años si sigue esta depresión. Incluyo en este deterioro la disminución de las emisiones de CO2, puesto que este gas es altamente beneficioso para el medio ambiente.
Imágenes de coches: aquí y aquí