viernes, 20 de agosto de 2010

banquisa antártica y calentamiento global

Había leído artículos sesgados sobre la Antártida, pero este publicado en El Mundo basado en un artículo de Jiping Liu y Judith Curry se lleva la palma.
No es solamente que el titular sea engañoso y que los datos sobre los que se basa el artículo original no sean escasos sino prácticamente inexistentes, como muy bien señalan varios blogs escépticos (muy buena explicación en Plazamoyua), es que las hipótesis que formula para explicar el fenómeno de la banquisa marina son absolutamente descabelladas:
Los autores afirman que, como hay calentamiento global, se evapora más agua y nieva más sobre los mares helados. Como la nieve es un buen aislante, los hielos quedan protegidos y no se derriten, con lo que resuelven la, según ellos, aparente paradoja de que, con calentamiento global se estén dando récords de extensión de hielo marino alrededor de la Antártida. Veamos porqué son descabelladas:
En primer lugar, si con calentamiento global (subrayando lo de global) nieva más, lo debe hacer en los dos polos y no solo en el polo sur, con lo que deberíamos ver crecer también la banquisa ártica muy por encima de sus niveles medios, cosa que no está ocurriendo ya que, por el contrario, estamos asistiendo a una época de relativamente poco hielo en el Ártico, con algunas excepciones como la de esta primavera.
En segundo lugar, hay que recordar que la nieve no cuaja cuando cae en el agua, y sólo si ya está el mar congelado puede permanecer encima y quizás así cumplir la función de aislante (de la atmósfera, y solo de la atmósfera) que le atribuyen.
En tercer lugar el agua del mar se enfría en mayor extensión cuanto más frío haga. Si hace poco frío en invierno, no se congela, como pasa en nuestras latitudes (esto es risible que haya que decirlo, pero parece que los autores no lo saben).
Si la nieve protegiese realmente la banquisa del calor atmosférico, lo que veríamos en los diagramas donde se representa la extensión del hielo marino sería un crecimiento lento y que no llega a alcanzar,en la época de más hielo,los máximos de décadas pasadas, seguido de un sostenimiento del mar helado durante más tiempo en la época en que se va derritiendo al llegar el verano.
Es decir, un ascenso lento y débil en los diagramas en otoño-invierno, y un descenso más suave de la cantidad de mar helado en primavera-verano.
Lo que se observa es, por el contrario, un crecimiento acelerado en la época de progresivo aumento como actualmente (línea roja en el diagrama de abajo), seguido de un descenso normal en la época de deshielo, en todo proporcional a la extensión conseguida en invierno, y no más suave, llegando en los últimos años (2007)a batir récords de extensión de hielo.


En definitiva, ciencia basura que no debería haber pasado el corte de los referees de ninguna revista científica y mucho menos haber aparecido reseñado en los medios de comunicación de masas.
Pero, ¿qué se puede esperar de los climatólogos del régimen?. Pues eso, que lo apoyen aunque tengan que retorcer hasta el infinito los argumentos, los datos y lo que haga falta.

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