viernes, 11 de febrero de 2011

¿Estamos entrando en una nueva glaciación?

Es una pregunta muy difícil de contestar, habida cuenta de que las glaciaciones son periodos muy grandes de tiempo, con una media de 100.000 años de duración, (y 10.000 años los periodos cálidos llamados interglaciares) y de que tienen una muy gran variabilidad interna de temperatura.
Podríamos intentar una aproximación a la respuesta observando datos proxys (datos conseguidos con métodos distintos de la medición directa de temperatura con termómetros) como los que se pueden conseguir en muestras de hielo glaciar, que puedan darnos una idea de la tendencia general de largo plazo. Con núcleos de hielo extraídos de Groenlandia, la NOAA americana elaboró el siguiente gráfico:


En este gráfico se representa la temperatura en el último periodo interglaciar, el Holoceno, en el que todavía nos encontramos. A la izquierda se ve el gran ascenso de la temperatura después de la última glaciación, hacia el 8.600 antes de cristo, hace unos 11.600 años. La tendencia es claramente descendente desde el máximo del 6.000 antes de Cristo (hace ya 8.000 años) hasta la actualidad. En el extremo derecho se aprecia el pequeño ascenso moderno, representado por la línea roja, que es la temperatura durante el siglo XX tomada por métodos instrumentales. Este pequeño ascenso queda ridículamente diminuto al lado de otros acaecidos en el pasado, lo que de paso nos pone en perspectiva el, para algunos, terrorífico calentamiento global de los últimos años. Otras mediciones en la Antártida muestran tendencias similares.
Pero si hay dudas acerca de la fiabilidad de estas mediciones con núcleos de hielo, se puede recurrir a otros métodos proxy de medición de temperatura:
Ha salido recientemente un estudio realizado con quironómidos (un tipo de mosquitos) depositados en sedimentos de lagos de Alaska (Clegg et al. 2010) que puede darnos una idea al respecto. Las diferentes especies de quironómidos son más o menos sensibles a los cambios de temperatura, así que la abundancia de unas u otras indicaría variaciones climáticas.
Los autores de este estudio afirman que han detectado un punto de inflexión de las temperaturas hace 4.000 años: a partir de ese punto, la tendencia general es descendente, con periodos de frío del orden de siglos (como el enfriamiento de la edad de bronce, el de la edad oscura y el más reciente de la pequeña edad de hielo, volviéndose cada vez más intensos y duraderos.
La gráfica que aparece es la siguiente:


En la gráfica se ve a simple vista que la tendencia, al igual que aparece en las que usan núcleos de hielo, es claramente descendente, a pesar de la modesta subida de temperatura al final, atribuible a la recuperación después de la pequeña edad de hielo.
A todo ello podemos añadir que los últimos periodos interglaciares tienen una duración media de 10.000 años y ya llevamos unos 11.600 años desde el inicio del interglaciar actual.

En resumen: seguimos sin saber en qué momento exacto aparecerá una bajada significativa de la temperatura que inicie una nueva glaciación, pero sí podemos afirmar: se confirma que la tendencia de largo plazo de la temperatura global es descendente
La glaciación, en términos geológicos, está al caer.

Referencias:
Estudio de sedimentos de lagos en Alaska:Benjamin F. Clegg, Gina H. Clarke, Melissa L. Chipman, Michael Chou, Ian R. Walker, Willy Tinner, Feng Sheng Hu 2010: Quaternary Science Reviews
Referencia del gráfico: blog C3
http://www.c3headlines.com/2011/01/new-research-from-alaska-determines-that-modern-global-warming-is-well-below-past-warming-periods.html

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