sábado, 1 de mayo de 2010

Las extinciones y el calentamiento global II

¿Por qué las plantas no pierden área de distribución al subir la temperatura?
Hemos visto que, a lo largo del siglo XX y a pesar de haberse producido una subida de temperatura global importante, las plantas no perdían área de distribución por el sur. Una posible causa de este fenómeno es que en las poblaciones de plantas de climas fríos siempre hay individuos preadaptados a más altas temperaturas que pueden reducir las ventajas d las especies invasoras de climas más cálidos, pero hay otras razones:
Según Loehle (1998) el temor de que el área de distribución de los árboles en el hemisferio norte se encogiese por su límite sur al subir la temperatura se debe a la asunción de que las tasas de crecimiento de los árboles van de cero en el límite frío de su área de distribución al 100% hacia la mitad de su área, a partir de la cual vuelven a disminuir hasta llegar a ser otra vez cero en su límite sur. Sin embargo, Loehle demostró que esto es solo correcto en un 50%: es verdad que el crecimiento (en el hemisferio norte) se va limitando a medida que se acercan a su extremo norte, pero no lo es que se limite en su extremo sur: si se plantan árboles más al norte de su área observada de distribución sólo son capaces de crecer hasta la madurez de 50 a 100 millas (80 a 160 km) más allá del límite, pero si se plantan más allá de su límite sur pueden crecer normalmente hasta más de 1.000 millas (1.600 km) más al sur de lo que vemos en las poblaciones salvajes. Loehle afirma que muchas plantas alpinas y árticas son extremadamente tolerantes frente a altas temperaturas y es imposible establecer tipos de especies tropicales, templadas y árticas basándose en la tolerancia al calor ya que todas muestran daño al elevarse las temperaturas por encima de entre 44 ºC a 52 ºC.
Está claro, por tanto, que el límite sur de una especie de árbol no está determinado por la temperatura, sino por la competición entre especies: a mayor temperatura, las especies predominantes en zonas más cálidas tienen unas tasas de crecimiento más rápidas.
Una cuestión que se plantea entonces es si podrían avanzar rápidamente las especies del sur al subir la temperatura y “ganarles la partida” a las del norte. Este avance rápido en realidad no puede ocurrir porque los árboles adultos de las especies norteñas, al estar ya crecidos no dejan que crezcan bajo de ellos los plantones de las especies del sur y éstas deben esperar a que haya disturbios como incendios, talas, etc. que despejen alguna zona para ocuparla aprovechando su mayor tasa de crecimiento. Si esto no se produce, deben esperar a que mueran los árboles adultos para ocupar poco a poco su lugar, lo que quiere decir que esta invasión puede demorarse varios siglos, e incluso podría se que se evolucionase hacia bosques mixtos, mucho más ricos en especies que los actuales, como los que existían durante períodos del terciario más cálidos que el actual interglaciar. Otro factor a tener en cuenta es el enriquecimiento atmosférico en CO2, que alivia el estrés de las plantas por altas temperaturas y puede incluso salvarles la vida en condiciones de extrema sequedad.

Referencias:
- Loehle, C. 1998. Height growth rate tradeoffs determine northern and southern range limits for trees. Journal of Biogeography, 25: 735-742

2 comentarios:

  1. Eres una mina. Gracias.

    Se me ocurre otra variable. En una región donde el cambio consistiera en un aumento de la temperatura media, y en un aumento de la pluviosidad, parecería que eso también podría cambiar la pura ecuación del calor, ¿no?

    ResponderEliminar
  2. El problema de predecir el comportamiento de los ecosistemas es precisamente ese: hay múltiples variables (físicas, químicas y biológicas) que interactúan entre sí. Si alguna cambia de modo imprevisto, puede variar toda la ecuación

    ResponderEliminar